Cosas obsoletas

El vídeo del post anterior era mi última tarea pendiente, y con la satisfacción que da el trabajo terminado, me voy a atrever a contar algunas cosas que pienso sobre los libros de texto, la petición, la educación y las personas.

Lo primero que me gustaría señalar es que sé, como alguno ha dicho antes, que la petición que lancé, nació obsoleta. A los libros de texto tal y como los conocemos, les quedan dos telediarios, la vida del papel estará reservada a la buena literatura, a esos ejemplares que merezcan un trozo de nuestro espacio físico vital y sentimental.

Y pensando así, continué por dos buenas razones:

1.- A los niños se los siguen pidiendo en los colegios y muchas familias pasan apuros o simplemente no pueden proporcionárselos y han de recurrir a la financiación "graciosa" del estado, cuando no, a la buena voluntad de otras personas.

2.- Asumir la reutilización de los libros como algo natural, es el paso imprescindible para cambiar la filosofía del sistema y permitirá que cuando la renovación de herramientas (pues los textos no son otra cosa que herramientas) se produzca (y se producirá sin duda alguna) la filosofía permanezca. Dicho en breve: la reutilización es a los libros de papel lo que las licencias Creative Commons y el software libre es a los materiales digitales.

Por eso creo que esta batalla es útil aunque su vida sea corta. Por eso y porque estoy harta de falacias sobre el supuesto abaratamiento que los formatos digitales van a lograr para las familias. Siempre que oigo decir algo así, me acuerdo de aquella famosa tontería: "desde que existen los tratamientos de textos, cualquiera escribe un libro".

Las tablets y similares requieren infraestructura en los centros, requieren seguros (y si no miren a los diputados y sus ipads, que se supone son adultos responsables) requieren conexión a red, requieren contenidos (son sólo un soporte) requieren actualizaciones y sobre todo, requieren FORMACIÓN para profesores y padres.

Cuando se ponga sobre la mesa la inversión destinada a eso (como han hecho en Los Ángeles), entonces sí creeré que el objetivo es poner las herramientas al alcance de todos sin distinción.

Por muy "fan" de las nuevas tecnologías que se sea (y yo lo soy) decir que cada niño llevará sus materiales en una "tablet" en todos los colegios públicos, como he llegado a escuchar, no sólo es un brindis al sol si no hay inversión, sino que tal como parece que lo plantean algunas CCAA ahondará las diferencias entre las familias con recursos y las que no los tienen. No nos hagan más trampas por favor, no hagan más listas para becas, subsidios y caridades utilizando la excusa del progreso.

Ni soy docente ni tengo ningún conocimiento especial en el ámbito educativo, quizás sé algunas cosas de libros de texto que la mayoría desconoce, pero son conocimientos inútiles que me cuesta retener por estúpidos. Nunca hubiera tenido el menor interés en ellos, si no hubiera sido por el hartazgo de injusticia y prepotencia. Dicho esto voy a equivocarme dando mi (in)experta opinión sobre educación:

Los libros de texto actuales son innecesarios y no creo que aporten nada imprescindible a la formación académica de ningún niño.

Una buena educación (básica y obligatoria) necesita pocas cosas muy valiosas:

• Una comida sana para todos sin distinción, calor en invierno y un lugar fresco en verano.
• Unas bibliotecas "pistonudas" físicas y/o virtuales por doquier y el mundo (y la web) para investigar.
• Unos maestros excelentes capaces de despertar y agitar la curiosidad, sobre todo en determinadas edades en las que no se quiere saber nada de nadie.
• Familias que se consideren parte esencial del proceso.

Y para todo eso, la educación ha de ser una prioridad absoluta de la sociedad. Tal vez resulte necesario que nos plantemos por fin y mandemos a paseo a todos aquellos que la utilizan para sus propios fines. Es una pena que no eleven sus miras lo suficiente como para darse cuenta de que el futuro de otros es algo que le viene grande a cualquiera.

Sería estupendo no tener que preocuparse por cosas obsoletas. Por desgracia no queda otro remedio que hacerlo, septiembre está a la vuelta de la esquina.

Nota: Lo de discutir en varios idiomas, que decía Jorge Wagensberg si no recuerdo mal, lo meto en la mochila del profesor excelente.