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Citado en el libro "De qué hablo cuando hablo de correr" H. Murakami

domingo, 7 de septiembre de 2014

El todo y las partes o cómo los humanos queremos creer

Tras publicarse la entrevista a Monedero en El Mundo con declaraciones como:
'Podemos no va a ser la UCI de ningún partido del régimen del 78'
Leo en Twitter:
He aquí un caso de discriminación positiva con resultado de "desengaño"

Somos mucho más que ideología. A veces mejores, a veces peores, que los principios que creemos defender. El conflicto surge cuando se realiza la identificación "Los Míos" = "El Bien": aunque sea con matices, aunque discrepemos en detalles, somos El Bien.

¿Pero qué ocurre cuando pertenecer al mismo club no te garantiza la cooperación?

Que o bien no pertenecíais al mismo club, o el club no es lo que pensabas.



La primera postura es la negación del sentido crítico, la incapacidad de cuestionar las certezas que rigen tu comportamiento y tu capacidad de juicio. No es que la ideología correcta no te haga bueno, es que en el fondo el "traidor" no es realmente del club, no entiende los principios, es un lobo con piel de cordero. La idea y la fe en ella, siguen siendo correctas: él no es un verdadero compañero.

La segunda, me parece, no ya más inteligente, sino mínimamente razonable. El club nunca es lo que piensas, si lo que piensas es que te define como ser humano.

Negamos, nos enfadamos, negociamos, experimentamos dolor emocional y finalmente, aceptamos.

El mundo está lleno de traidores a las causas sí, y también de personas que presuponen defectos y virtudes en función de la filiación política. Esto no es patrimonio de las izquierdas, hoy he leído otro asunto similar en coordenadas muy distintas, con un desarrollo y conclusión, tremendamente parecidos.

Y ahí estamos, atascados en la fase del dolor emocional, en lugar de plantearnos, que era nuestra premisa la equivocada y pasar por fin a la aceptación.

Addenda:
La realidad supera a la ficción. No había terminado de escribir esto cuando veo:

Habían transcurrido 3 horas entre el tuiteo por parte del entrevistado de su entrevista en El Mundo citada arriba y la atribución a un interés malvado de la difusión de sus propias palabras.
.
Bueno, pues parece que cada vez que se difundan sus palabras podremos aplicar la siguiente etiqueta:

"Monedero achaca la difusión d sus declaraciones sobre ** a un intento desesperado de descalificar a Podemos"
Pongan en los asteriscos lo que proceda, ya sea "la policía" o "Izquierda Unida" o whatever...

No, definitivamente la filiación política no nos hace compañeros, ni amigos, ni poseedores de virtudes (o defectos). Seguir creyéndolo puede mostrarnos como cándidos o sencillamente como tontos.


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