"Limónov" Ed. Anagrama. Emmanuel Carrère. |
El café estaba lleno, los españoles no éramos una mayoría clara. En la mesa donde me senté, una joven abría un pequeño cuaderno para tomar notas y trataba de conectarse a la wi-fi del local.
Yo apenas sabía nada sobre Ucrania. Había seguido con interés a través de twitter y medios de comunicación los acontecimientos del Euromaidán, a principios del año pasado, y como tantos occidentales, tenía una visión un tanto romántica de lo que allí sucedió y sigue sucediendo. Una lucha por la libertad, un acercamiento a Europa...
Con el ánimo de formarme un mínimo contexto, he estado buscando información. La revista Jot Down ha publicado muy recientemente el extenso artículo de E.J.Rodríguez que os enlazo. Creo que puede ayudar a entender un poco el devenir de los acontecimientos que han llevado a la situación actual. Por otra parte y tras repasar mis notas, tal vez sirva de contrapunto a lo transmitido por los ponentes de la charla.
Álvaro Imbernon (@alvaro_ims) de Passim (@Passim_ES) nos presentó a las tres pesonas que intervendrían a continuación. De derecha a izquierda en la imagen: Francisco de Borja Lasheras, Nicolás De Pedro y Jesús M. Pérez
Comenzó Francisco de Borja.
En unos pocos minutos, nos transmitió la enorme dificultad que entraña el trabajo desplegado por los observadores de la OSCE en el terreno, que dividió en tres fases:
1) Crecimiento del desorden. Etapa previa al conflicto en Crimea, en la que el mandato OSCE era de vigilancia e información ante guerra de propaganda.
2) Monitoreo de alto el fuego y observación de elecciones presidenciales del 25 de mayo 2104. Fase de prevención de conflicto y de intentar facilitar condiciones para acuerdos de paz.
3) Minsk. Fase actual, situación de conflicto abierto. Monitoreo de fronteras y acuerdos del 12 de Febrero 2015.
Los desafíos a los que se enfrentan son entre otros:
a) La dificultad de establecer hechos. Aunque se ha reforzado la misión elevando el número de observadores hasta 1000, en este momento hay 400 monitoreando una zona del tamaño de Suiza. Han de supervisar el cumplimiento del alto el fuego y la retirada de material de guerra pesado. Nos cuenta que lo que sucede en muchos casos es que dicho material no se retira, sino que se "mueve" de un lugar a otro. En la frontera interior, ambas partes parecen estar jugando al "ratón y al gato" intentando consolidar la zona.
b) La seguridad de los enviados y los problemas presupuestarios añadidos.
c) Neutralidad y legitimidad: monitoreas actos que no puedes controlar. Sin querer, tu sola presencia parece dar legitimidad a ciertos actores. Nos contaba que, se tiene la información para determinar que se han producido violaciones de Minsk, pero no hay respuestas sobre qué sucede cuando se viola.
Las mejor opción que contempla ante la situación actual es la utilización de una fuerza de la UE de transición a una fuerza militar de la ONU. Pero respecto a esto último, se muestra escéptico ya que no cree que Rusia vaya a aprobar nada que perjudique sus intereses por ahora.
A continuación, pasó el micrófono a Jesús Pérez Triana.
Habló de Crimea, que en marzo de 2014 tras referéndum, pasó a ser anexionado por Rusia. Habló de los "hombrecillos verdes", tropas uniformadas pero sin insignias, que en Febrero habían entrado en Crimea y que fueron señalados como tropas rusas encubiertas, que aseguraron las bases rusas en suelo de Crimea. Señala Jesús que Crimea les salió muy bien por la absoluta indefensión de Ucrania, cuyas Fuerzas Armadas están en muy mal estado y añade que el hecho de que el alto el fuego tardase 3 días en producirse de facto, permitió que Rusia "pisase el acelerador" y tomase posiciones. Lo que más me inquietó de lo que relató Jesús - su exposición detallada aquí - es que se teme que los acuerdos de Minsk no son un paso hacia la paz, sino que para Rusia son la primera fase para conectar Crimea con rusia por vía terrestre.
El último de los intervinientes - antes del invitado sorpresa - fue Nicolás de Pedro. Comenzó haciéndonos una precisión que me resultó muy interesante: la percepción que los europeos tenemos de la Unión Europea, incluso como miembros de países del sur, no tiene nada que ver con la que se tiene en los países del este. Nosotros consideramos que nuestra presencia e imagen es benigna, pero a su juicio, en Moscú, la UE es percibida como una amenaza. El nivel de interés de la UE en Ucrania es muy bajo en comparación con el que tiene el Kremlin.
De Pedro hace la siguiente pregunta: ¿aceptamos Ucrania como país soberano? y pide separar radicalmente dos cuestiones que suelen mezclarse. Por un lado, lo que sucede dentro de Ucrania - niveles insoportables de corrupción, los llamados oligarcas - y por otro, la intervención militar rusa.
Cree que Minsk es un acuerdo malo para los ucranianos y que el problema en Ucrania tiene que ver con la unión euroasiática planteada por Putin, en la que desde el principio, entraron Bielorrusia y Kazajistán.
Desde que Rusia entró en Crimea - "Voy a proteger a mis compatriotas allá donde estén" - el proyecto euroasiático es percibido como una amenaza por los países limítrofes. El ejemplo es Kazajistán que, desde que se sumó, ha visto su maltrecha economía, hundirse más. El proyecto le obligó a la subida de aranceles, con el consiguiente aumento de precios de todos los productos que vienen de China y de la UE y como consecuencia, ha provocado un aumento del nacionalismo kazajo. Las declaraciones de su presidente, el verano pasado, aludiendo a que el proyecto euroasiático era solamente un acuerdo económico y que si adquiriese tintes políticos se reservaba el derecho a retirarse, tuvieron réplica inmediata por la parte rusa: "Kazajistán nunca ha sido un estado....si el presidente va en contra de los deseos de su pueblo veremos qué sucede...". No, dice de Pedro, Crimea no es el tema. Putin quiere controlar Ucrania. La paradoja es que tiene el control, pero ha perdido a los ucranianos. La solución de Ucrania está en Kiev y en lograr que funcione como país. El desafío es convertir a los oligarcas en empresarios, Y si triunfa Maidán, en otras regiones en Rusia, "alguien puede plantearse que la democracia es posible."
Y a continuación, se abrió el micrófono para cualquiera que desease intervenir, y se acercó un joven que se identificó como Eugenio, secretario segundo de la embajada rusa. Y en líneas generales nos trasladó la versión de su país en estos asuntos.
Lo primero que expuso es que lo ocurrido en Kiev, fue un golpe de estado de los países occidentales, pero que confían en el diálogo político entre ucranianos y rusos ya que son un "pueblo hermano". Considera que Rusia ha hecho los máximos esfuerzos y no entienden la actitud de occidente respondiendo con sanciones. Finalmente centró las mayores dificultades de la negociación en asuntos de idioma en las zona sur de Ucrania (donde muchos habitantes tienen el ruso como lengua materna). Ahora es tiempo para buscar soluciones concluyó.
A las preguntas de los tres ponentes negó tajante la invasión rusa de Crimea: ha habido un referendo, ha sido autodeterminación. Las tropas rusas ya estaban en la península mucho antes, tenemos bases allá".
Y hasta aquí pude escuchar, pero me fui pensando si, como en otras ocasiones nos ha dicho Álvaro, no estaremos los europeos mirándonos demasiado el ombligo, y dejando de mirar un poco más allá.
Hola, yo cogería muy con pinzas lo que publica E.J.Rodríguez en J.Down, como muestra un botón: su versión del "acercamiento a Rusia" Crimea y la realidad.
ResponderEliminarhttp://en.wikipedia.org/wiki/Crimean_sovereignty_referendum,_1991
saludos y gracias por interesarte por lo que pasa en Ucrania. Juan Mora, residente en Lviv
Hola Juan.
ResponderEliminarEl artículo del JD me pareció bastante exhaustivo, y para lectores que, como yo, desconocen muchos de los acontecimientos, puede servir de referencia, al menos, temporal.
Fíjate que los comentarios a su artículo, muestran que hay muchos que consideran que se ha "quedado corto".
En cualquier caso no me pareció mala idea enlazar otro enfoque.
Carezco de conocimientos como para afinar más y no lo voy a intentar siquiera. Si algo aprendí el lunes, es que el asunto de Ucrania es cualquier cosa menos simple.
Me quedo con las palabras de De Pedro: la solución está en Kiev, en que triunfe como país.
Muchas gracias por tu comentario :)