sábado, 13 de diciembre de 2014

Una historia desgraciada.

El jueves, en un momento de relajo descuidado tras la cena, me topé con una noticia que decía:

Ignacio González se excusa en la "obesidad infantil" para no abrir los comedores escolares en Navidad.

El titular era asombroso. Procedía de El Diario, periódico que sigo y leo casi a diario por sus secciones y artículos de investigación. No siempre coincido con sus enfoques, pero me parece prensa seria, interesante y diferente.
Escuché el vídeo un par de veces y escribí y descarté varios tuits con el enlace a la noticia. Era brutal el mensaje. ¿Cómo podría alguien ser tan insensible, frívolo y deshumanizado como para responder a una petición de ayuda a niños malnutridos, sugiriendo que había que ponerlos a dieta de hambre?
Lo más amable que se me ocurría era pedir que algún facultativo realizase un examen serio al presidente de nuestra Comunidad para descartar algún trastorno peligroso, porque la alternativa era pensar que, sencillamente, era un malvado.



Esta es la transcripción literal de lo que acontece en el vídeo durante un minuto y medio escaso.
  • Tomás Gómez del PSOE, se dirige a Ignacio González en el Pleno de esa misma tarde, 11 de diciembre de 2014:
"Pero a mi me preocupa lo que va a pasar estas navidades, que empiezan estos días sr González. Por eso en este momento le toca a ud, tiene ud toda la responsabilidad. Y yo lo que le digo sr González es que lo haga, que lo haga por justicia social, que lo haga porque estamos en periodo electoral, que lo haga porque estamos en navidades, que lo haga por la razón y el motivo que ud quiera, pero que lo haga, que abra los comedores para que todos los niños en nuestra Comunidad, tengan por lo menos asegurada, una comida caliente a lo largo del día. Muchas gracias señoría."
  • Acto seguido, entra la respuesta del presidente Ignacio González del PP:
"Lo que hay en la Comunidad de Madrid, desgraciadamente también, pero en sentido contrario a lo que ustedes dicen, es que el principal riesgo que tienen los niños de la Comunidad de Madrid, de malnutrición, es la obesidad, señoría. Se lo dije la otra vez y se lo vuelvo a decir, se lo vuelvo a decir [follón de fondo entre sus señorías, presidente llamando al orden]. Comprendo que les moleste pero es lo que dicen los estudios de los profesionales de la sanidad, señoría."

Fin y texto sobreimpreso:
"Tomás Gómez pide abrir los comedores escolares en navidad y el PP se niega alegando que el problema de los niños es la obesidad."

El vídeo tal y como se ve en la noticia había sido facilitado por el PSOE 

Cualquiera interesado en el tema sabe que el aumento de la obesidad infantil en etapas de crisis, es en muchos casos, una consecuencia de la pobreza: los niños dejan de comer alimentos saludables (más caros), y llenan sus estómagos con grasas baratas pero saciantes. La Organización Mundial de la Salud lo cuenta estupendamente aquí.
Por lo tanto, aunque el presidente fuera un desalmado al que le importase un pimiento la existencia de niños con carencias severas, si lo que le preocupaba era el sobrepeso, abrir los comedores volvía a estar justificado. En determinadas circunstancias, la comida escolar es garantía de una dieta mucho mejor que la que a esos niños pueden proporcionarles en sus hogares.
Le llamamos de todo. Ahora mismo mientras escribo esto, veo que se le siguen dedicando lindezas. Esta fue mi aportación:
Seguí echando un ojo al hilo porque estaba incómoda. No acababa de creerme la situación, pero el vídeo era muy claro, eran imágenes y sonido de la sesión de la Asamblea, solo unas horas antes. Casi todos los tuiteros habían entendido lo mismo que yo ¡¿qué otra cosa podía interpretarse?!

Hasta que leí este intercambio de tuits:

Y mi incomodidad me pudo, así que empecé a buscar más información. Solo encontré un resumen de Telemadrid que contaba de manera muy distinta cómo había transcurrido el asunto. Al día siguiente, pasadas las 10 de la mañana, estaba la sesión completa colgada en la web de la Asamblea de Madrid

Cuatro veces he escuchado los turnos de palabra de Tomás Gómez e Ignacio González.
La cosa comienza en el min 33:57 y acaba en el 45:15. En esos 12 minutos escasos, toman la palabra dos veces cada uno. Juzgad vosotros mismos.

Mi opinión es que tal y como se da, la noticia es injusta y sesgada.

Tomás Gómez muestra:
a) una desinformación total (habla de posibilitar que los niños tengan por lo menos una comida caliente al día, como si el problema en Madrid fuese DESnutrición) combinada con una gran sensibilidad o
b) si conoce lo anterior, una dosis elevada de demagogia. Una de dos.

Ignacio González por su parte, lo mezcla todo, niega la mayor - porque sería reconocer que la actuación de su partido en este asunto no es como para presumir precisamente - y acaba alardeando de éxitos y conocimiento profundo del tema, tratando de dejar a su contrincante como un desinformado que malamente podrá arreglar nada si desconoce el problema.

Efectivamente, los informes hablan de malnutrición en Madrid. Estudios de ONGs, y de la propia Comunidad de Madrid, lo señalan así. Y efectivamente, lo de las becas comedor es un desastre, el menú escolar solo es gratuito en casos muy muy excepcionales y los criterios de aplicación de las tarifas súperreducidas son cuando menos, discutibles. Personalmente aspiro a una escuela donde la comida sea parte del paisaje y esté incluida para todos por igual, sea cual sea la renta de la familia. Comer es un acto educativo, un espacio más de aprendizaje.

Pero con toda la incapacidad, torpeza y falta de sensibilidad que se quiera, Ignacio González, no ha dicho que haya que dejar de dar de comer a los niños porque están gordos.

¿Y por qué debería importarnos todo este navajeo?
Porque el asunto de la pobreza infantil es un tema muy serio y abordarlo solo desde la perspectiva de abrir o no comedores escolares en vacaciones es dejarlo cojo y pensar que solucionamos algo, cuando apenas hacemos nada.
Porque comunicar así las noticias referentes a este tema, utilizando un vídeo de partido político, con intervenciones cortadas, seleccionadas y vueltas a pegar, lejos de informar, nos baja al barro. Porque nos permite centrarnos en alguien a quien odiar. Porque mueve el foco y lo centra en un supuesto culpable.
Porque el debate político es mediocre. Porque en este asunto, la realidad ya es suficientemente decepcionante como para que la hagamos más grotesca aún. Porque es inaceptable este nivel, al menos en asuntos tan delicados y de tan largo alcance.

No. No caigamos en ese juego. No aceptemos informaciones sesgadas, preguntas y respuestas demagógicas o chulescas. Rechacemos que la pobreza infantil sea una estrategia electoral o una forma de hacer daño al oponente político, porque entonces la próxima generación sufrirá consecuencias muy graves y durante mucho tiempo.

No es dar de comer, o al menos, no solo.
Es, como dice Gonzalo Fanjul en esta magnífica charla que os enlazo a continuación, reconocer que tenemos un problema, superar la vergüenza que nos hace dar soluciones parciales a escondidas, aceptar lo que tenemos y ponernos de acuerdo para solucionarlo.
Los niños no votan, pero son nuestros niños. Si tenéis que elegir entre los 12 minutos anteriores y los 12 minutos siguientes, no dudéis: Gonzalo Fanjul.




2 comentarios:

  1. Gracias Elena, por la investigación.
    Ya no se puede uno fiar de los periódicos, ni siquiera de los digitales.
    Cada vez leo más blogs y menos periódicos.
    Un artículo muy recomendable sobre la necesidad de dejar de leerlos:
    http://www.versvs.net/por-que-dejar-leer-periodicos-es-una-necesidad-inminente/

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  2. Gracias Miguel Ángel por tu comentario y enlace.
    Lo que tengo claro es que no podemos dimitir de nuestro espíritu crítico. A veces no es que haya manipulación intencionada, a veces son simples errores que cualquiera cometería, pero que hacen daño a los protagonistas y a temas mucho más importantes, si se aceptan sin dudar siquiera.
    Cuando algo nos extrañe, todos deberíamos cuestionarnos.

    Un abrazo

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