Hay un juego mental que me gusta practicar, consiste en coger una frase, titular o eslogan y aplicarla en distintos escenarios. Es como hacer una foto a la pared de un adolescente o pasar revista a un montón de camisetas. Este ejercicio puede no ser más que un pasatiempo, pero me sirve para analizar mis propias reacciones y ser un poco más escéptica a la hora de procesar la información que recibo.
Twitter está lleno de estas frases, sus 140 caracteres no dan para exponer el contexto, a veces ni siquiera para enlazarlo, así que las frases suelen sonar huérfanas de paisaje.
La última sentencia con la que ando jugueteando dice así: "El consenso sólo te llevará a la mediocridad" **
En mi cabeza sonó esto * (me tengo que mirar lo de las asociaciones musicales automáticas, no estoy segura de que sea sano):
Mi primera reacción fue interpretarla desde la perspectiva del individuo, como elogio de la singularidad, una invitación a abandonar el rebaño, (like a sheep runs from the herd), en definitiva, a no necesitar la aprobación del resto para tomar cualquier decisión. Y me pareció un objetivo deseable.
A continuación la pensé desde dentro del grupo, (contexto político) y recordé la respuesta que recibí no hace mucho tiempo cuando pregunté por las posibilidades que tenía una ley, que concita odios de todos los colores, de sobrevivir a la legislatura de turno: la gente valorará sus efectos beneficiosos y podremos seguir desarrollándola 4 años más. El estupor me ayudó a contener la carcajada.
El consenso tal vez pueda rebajar la supuesta excelencia pero garantiza la puesta en práctica y la continuidad de las buenas ideas.
El consenso da tiempo a interiorizar los cambios y permite ir más allá de lo inicialmente previsto. Como efecto colateral convierte en co-responsables de los efectos a todos los que intervienen, con lo que es más sencillo buscar soluciones sin perder tanto tiempo en encontrar culpables en caso de que estos sean fallidos, o seguir mejorando las políticas en caso de ser exitosas.
Por último me di una vuelta por la cuestión del sexo, y sin poder evitarlo juzgué la máxima como típicamente masculina (ya, ya sé que es una generalización injusta) ¿Por qué? No sé si sabré explicarlo, pero lo asocié con un estudio realizado sobre el apoyo que recibe la democracia por sexos en países africanos que vi aquí
Es llamativo que sean las mujeres las que en mayor medida piensan que a veces una forma de gobierno no democrática es preferible. Tal y como se expone, parece que la hipótesis que manejan para explicarlo sea que en estos países, el cambio de régimen suele ir acompañado de conflictos civiles, y está más o menos demostrado que las mujeres sufren en mayor medida que los hombres las consecuencias de dichos conflictos. A eso añadiré que también los niños, y en realidad es como volver a decir las mujeres, ya que en los países objeto de estudio, es la mujer la responsable de su supervivencia. En estos casos la mediocridad puede ser la diferencia entre una vida difícil y un conflicto glorioso.
No sé, la verdad, a veces me resulta muy complicado elegir la excelencia frente a la mediocridad del consenso.
** La frase probablemente está sacada de un libro sobre economía que se ha publicado recientemente y que estoy segura, es magnífico, a tenor de las ventas y elogios que leo sobre él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario