sábado, 8 de diciembre de 2012

Como si fueran a ser eternos

Esta entrada versa sobre políticos, política, libros de texto y ciudadanos. Y todo está relacionado.

El pasado miércoles las personas que habían firmado la petición recibieron una carta mía en la que se les ponía al día de los avances realizados. Ahí se explicaba que el grupo parlamentario UPyD había registrado una Proposición No de Ley para debatir en la comisión de Educación del Congreso (ver aquí).

Como consecuencia muchas personas han entrado en este blog para obtener más información y al mismo tiempo transmitirme su ilusión y apoyo. También me han hecho un par de veces la misma pregunta: "¿Sólo UPyD?"

He sido sincera y he contestado que el partido socialista de las Islas Baleares en el Ayuntamiento de Palma de Mallorca presentó una moción para pedir que dicho ayuntamiento se adhiriera a la petición. Fue rechazada.

Y ahí termina la lista.

De partidos y de acciones. Así que sí, sólo un partido minoritario ha dado un paso en serio. Al menos a nivel nacional, porque lo mejor del asunto es que en varias comunidades autónomas este sistema se aplica desde hace tiempo (ver aquí ) y no tienen gobiernos del mismo signo necesariamente. ¿Por qué lo que es bueno para las familias de tu comunidad, no lo defiendes para las familias de otras CCAA?

A través de las redes sociales, en concreto Twitter, he recibido muchos mensajes de apoyo, y propuestas de trasladar la información a sus compañeros en el congreso por parte de asociaciones y grupos políticos, muchas de ellas son sólo aparentemente ciertas. A veces me tienta la idea de ir preguntando uno por uno: "¿qué hay de lo mío?" pero no creo que merezca la pena.

Decía Cioran: "Vivir es poder indignarse. El sabio es un hombre que ha dejado de indignarse. Por eso no está por encima, sino al lado de la vida.". Cuadernos 1957-1972 Tusquets
Tengo claro que aún no he alcanzado ni de lejos ese estatus, me indigno, menos que antes eso es cierto, pero me sigo sublevando. Lo llamo vehemencia, así parece menos grave.

Un AMPA de un pueblo de Murcia me da buenas noticias, quieren reutilizar sus libros y se han puesto a ello trabajando para convencer a los profesores de que les apoyen y ayuden. Me pide sugerencias, y yo me siento abrumada y trato de alertarle sobre los problemas con que otras asociaciones se han encontrado. Y me alegro y entristezco al tiempo, de ver tanto esfuerzo e ilusión, sin ayuda.
Me imagino a los padres con sus bases de datos, sus hojas de cálculo, preguntando y haciendo números, pensando si infringen alguna ley, y en cómo convencer a este profesor o a aquel padre.
Me dice y entiendo: "hay que darse prisa, cada año cuesta muchos euros".

El tiempo de los políticos es otro, a veces parecen vivir como si fuesen a ser eternos, como la juventud, que no concibe la muerte, ellos parecen no imaginar su desaparición de la política.
Por eso muchos de ellos no tienen prisa, los criterios de urgencia son otros, distintos.

En la conversación con Murcia aparece la idea de colaboración entre coles que reutilizan. Una red de colegios que apuestan por este sistema y se ayudan mutuamente ahorrando tiempo y esfuerzo, señalando los peligros y errores comunes para que el siguiente lo tenga más fácil. Me pareció una idea explosiva por muchas razones. La primera porque haría de esta propuesta algo absolutamente civil, independiente. La segunda porque es una muestra más de lo que llaman "desafección". 
Vamos a hacer las cosas con leyes y si no es posible, como buenamente podamos. Los tiempos ya no serán los de ellos, son los nuestros.

Honestamente no veo que seamos capaces como sociedad de cambiar la situación, pero sí creo que somos capaces de la más absoluta indiferencia. Si nuestros legisladores no cambian, los relegaremos a su mundo, a su tiempo, donde podrán ser eternamente ignorados por sus supuestos administrados.

Mientras escribía esta entrada leo esta noticia y me reafirmo, como si fuesen a ser eternos, así viven algunos.


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