Hace un tiempo escuché una canción llamada "Give a little love" perteneciente al grupo Noah & the Whale. Y el sonido me llevó a la imagen.
Recuerdo que pensé que si tuviera un blog, escribiría sobre ello.
No estoy segura de si es una campaña publicitaria o una composición de vídeo y música hecha por un particular, en cualquier caso, la combinación es muy afortunada.
Lo que se ve en el vídeo es una cadena de favores. Una secuencia en la que una especie de sentimiento altruista circula contagiando a todos los que se cruzan en su camino y son capaces de percibirlo.
Una bonita historia. ¿Ficticia?. Puede ser, pero la diferencia con la realidad estriba solamente en que la línea temporal se ha acelerado, y la acción se centra exclusivamente en aquellos individuos que han sido capaces de ver en gestos sin importancia un "algo más".
Tal vez en la vida cotidiana no podamos percibir esa acción-reacción inmediata que provocaría una adicción maravillosa, pero eso no quiere decir que no se produzca. Sucede cada día y hay momentos en los que se alcanza cierta concentración y somos capaces de ver que hemos hecho algo importante.
El altruismo beneficia al grupo, no hay duda, pero lo que es aún más cierto, es que beneficia al individuo.
Si tuviera que apostar por ello, diría que el altruismo es una inversión muy rentable.
Totalmente de acuerdo! Seguro que las personas altruistas viven más y son más felices; y eso a su alrededor se nota y se contagia! A ver si podemos contagiar más con este virus.
ResponderEliminarMaravilloso. Tengo que compartirlo.
ResponderEliminarEs... ¡¡¡tan bonito!!!. Gracias Elena y un beso fuerte.
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